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REFLEXIÓN

Existen momentos en los que pienso lo rápido que ha pasado el tiempo desde que entré a mi primer semestre de la universidad, recuerdo muchos de los sentimientos con los que me encontré como si hubieran sido ayer, e inclusive aún no me termino de acostumbrar, aunque esto probablemente sea por la rápida transición de la prepa a la universidad, en dónde ni si quiera tuve la oportunidad de tener una graduación gracias a la pandemia. Para mí, entrar a una nueva escuela, en un nuevo turno con profesores y compañeros que nunca he visto, fue un proceso difícil. No está demás decir que también estaba asustada por mis calificaciones, pues era la primera vez que entraba a la modalidad de las clases en línea formalmente, ya que en la preparatoria la manera de trabajar fue un poco más ligera y distinta. Estoy consiente de que esto no solo fue duro para mí sino también para mis profesores y algunos compañeros que en ocasiones tenían problemas para conectarse.

Recuerdo todavía mis niervos del primer día y aún no me puedo creer que ya estoy en entregas finales. En esta materia aprendí mucho más de lo que esperaba pues de los tres años que estuve en bachiller solo tuve clases de filosofía durante un semestre, en el cual, lamentablemente aprendí muy poco, pues no me interesaba mucho esta materia y el profesor, como tampoco sabía mucho de ella, no me inspiraba a aprenderla.

Cuando me enteré que estaría llevando filosofía a penas entrando a la universidad, me asusté, pues lo único que podía recordar eran los nombres de unos cuántos filósofos y tenía entendido esta materia sería complicada.

Sin embargo, para mi grata sorpresa, no fue así, en este semestre aprendí que así como en mi casa también en mi carrera hay valores y principios que se tienen que tener siempre en cuenta; aprendí frases muy bonitas de filósofos que no sabía que existían y de las cuales espero algún día me sirvan para dar un consejo; de la misma forma pude darme cuenta que la filosofía la vengo aprendiendo desde muy chiquita ya que esta materia no solo trata de las diferentes posturas de los antiguos maestros, sino que también trata de la ética que me han enseñado, de los valores que me han inculcado y de los conocimientos que voy aprendiendo en mi día a día.

En cuanto a la competencias que más desarrollé y, de las que me siento feliz por haberlas trabajado y una que otra adquirido, está el ser mucho más analítica, tanto con mis opiniones como con las de mis compañeros; El pensar y actuar de manera más crítica considerando mis principios y ética como persona; He de destacar y agradecer el hecho de que aprendí a consultar fuentes confiables y citar en APA, es algo que definitivamente me ayudará durante toda mi carrera y futura vida profesional.

Durante todo este semestre me eduqué más en cuanto a mis valores, siendo la responsabilidad el primer lugar, aprendí a escuchar a los demás y respetar lo que están diciendo, supe de la existencia de más filósofos con cuyas ideas me siento identificada y, así mismo, reflexioné sobre si la carrera que ahora llevo es lo que realmente quiero.

Es evidente que en el momento en el que redacto esta breve reflexión, aún me faltan años de formación para concebirme como una economista, sin embargo, y gracias en parte a esta materia, encamino mis valores hacia los códigos de ética y juramentos profesionales con los que más adelante tendré un gran compromiso; pues considero que en México, existe una notable responsabilidad social por parte de los economistas, principalmente por el hecho de que vivimos en un país donde abunda la corrupción y la violación de leyes.

Al día de hoy me llevo la certeza de que la filosofía no es sólo para personas con mucho dinero o para las que son superdotadas como antes creía, sino que lo es para cualquiera que busque saber más y guste mejorar como persona y así también mejorar la sociedad y su entorno.

La filosofía forma parte de mí todos los días, desde las decisiones que voy a tomar, la forma en que voy a actuar y la manera en que me voy a expresar.

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